Lejos de su tierra, mas cerca de Jesús
El pastor Anderson González es un testimonio vivo del poder transformador de Dios. Su vida fue un caos hasta que un milagro lo llevó a los caminos de Jesús. Encontró una esposa y luego de mucho tiempo y varios intentos, DIOS los bendijo con pequeño hijo. Dejó atrás su tierra natal, Venezuela, para radicarse en Colombia, pero fue en Ecuador donde fue llamado al ministerio, pero lo que jamás imaginó fue que sus inicios serian, llevar la palabra a lo más profundo de la Amazonía ecuatoriana.

Una misión en la selva
Llegar a Aguarico en el 2022, el comienzo no fue fácil. Es un lugar remoto, donde la cultura existe comunidades Kiwchuas, que aún cree en mitos y leyendas, y donde hablar del único Dios verdadero parecía imposible. Sin iglesia, sin templo y sin creyentes, Anderson predicaba en la plaza. A veces, su única oyente era su esposa. Pero él no se rindió.
Dios movió corazones, y con el tiempo, las personas comenzaron a escucharlo. El Señor Anta propietario del Hotel Rey de Reyes, un hombre de buen corazón, le ofreció un espacio en su edificio para que allí se reuniera con los aquellos que deseaban escuchar de la palabra. Las primeras almas fueron transformadas por el Espíritu Santo, y la semilla del evangelio comenzó a florecer.
Un milagro que cambió una comunidad
En la comunidad de San Vicente, el rechazo al evangelio era absoluto. Nadie quería escuchar sobre un Dios tan poderoso como el que predicaba el pastor. Pero Dios tenía un plan.
Un día, una familia pasaba por una tormenta, que les recordaba la tragedia de un hijo que murió tras una extraña enfermedad. La historia se repetia con una nueva criatura, este enfermo con los mismo síntomas, la medicina no es opción, pues el hospital más cercano estaba a seis horas en bote. El chamán de la comunidad intentó salvarlo, pero fracasó.
Desesperados, buscaron al pastor Anderson, quien con fe inquebrantable los llevó a orar juntos y pedirle a DIOS por la salud de el bebe, en cuestión de minutos, el niño sanó completamente. La fiebre desapareció, sus ojos se limpiaron de las lagañas que no le dejaban abrir los ojos y pronto estaba corriendo lleno de vida.
Fue entonces cuando todo cambió. La comunidad entera fue testigo del milagro de Dios y abrió su corazón al evangelio. El Señor había obrado en la selva.
Dios está transformando Aguarico
Hoy, el pastor Anderson ve con gozo cómo Dios está cambiando vidas. La comunidad, que antes rechazaba la fe, ahora anhela su llegada. El alcohol artesanal ha comenzado a desaparecer y la gente busca a Dios con hambre espiritual.
La luz de Cristo ha llegado a la Amazonía. Y esta misión no se detendrá.
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